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Cultura

La Junta inicia el procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural la Fiesta de la Cruz de Añora

Esta celebración constituye una expresión del patrimonio cultural de Andalucía que ejemplifica de manera extraordinaria la diversidad de manifestaciones inmateriales existentes en nuestra comunidad.

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Fiesta de la Cruz de Añora

La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha iniciado el procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural la Fiesta de la Cruz de Añora, según ha informado la delegada Cristina Casanueva.

En concreto la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental ha incoado el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, de la Actividad de Interés Etnológico denominada Fiesta de la Cruz de Mayo en Añora, en Córdoba.

La Fiesta de la Cruz de Añora constituye una expresión del patrimonio cultural de Andalucía que ejemplifica de manera extraordinaria la diversidad de manifestaciones inmateriales existentes en nuestra comunidad, resultado de complejos procesos históricos que han contribuido a configurar una identidad específica.

Esta celebración constituye una actividad de interés etnológico muy arraigada en la localidad, con relevante proyección fuera del municipio. Se caracteriza por una dilatada permanencia histórica con origen en los ciclos alternos, de rigor o relajación y fiesta, característicos de tradición pagana y religiosa que han convivido con total armonía.

La Fiesta de la Cruz de Añora, es por excelencia, la fiesta más conocida y popular de este municipio. En torno a la figura de la cruz, como protagonista, se engalanan tanto cruces en las calles, como en el interior de las casas. La puesta en escena y belleza desarrollada en la ornamentación usada como exaltación de la cruz, de carácter diferenciador, respecto a otras celebraciones, la dota de una especificidad única en Andalucía y en España. Uno de los valores más destacables y apreciados son los estéticos, que dotan de singularidad y originalidad a estas cruces, por su resultado final de espectacularidad, y por el proceso artesanal de elaboración que conllevan.

Atendiendo a su tipología y al lugar de ubicación hay que diferenciar dos modalidades de cruces: las de interior, que se visten o realizan en viviendas, o edificaciones techadas y las de exterior, que se visten sobre las cruces de granito o cruces de término, tan abundantes y tradicionales de los municipios pedrocheños.

El ritual consiste básicamente, en vestir las distintas cruces, tanto las de interior como las de exterior. Todas se adornan con barroquismo y laboriosidad por grupos integrados fundamentalmente por mujeres, que, desde dos o tres meses antes de la celebración de la Velá, la madrugada del primer domingo de mayo, se organizan ex-profeso para preparar los distintos escenarios donde rivalizar durante el concurso. El hecho de que la realización de las cruces recaiga sobre grupos informales vecinales, sin contar con el control de instituciones formales, hace que los preparativos y disfrute de este ritual festivo refuerce de forma extraordinaria la articulación social e identitaria de la población noriega.

El proceso de preparación y ejecución de estas cruces es similar, si bien hay variaciones en su diseño y puesta en escena, tanto por ubicación como por su “hacer tradicional”, lo que ha ido marcando y enfatizando las diferencias entre estas dos tipologías de cruces, que han sufrido una importante evolución en los últimos años. Dos modalidades en las que también participan las llamadas cruces infantiles a imitación de las anteriores y que cuentan con ayuda o dirección de adultos, lo que asegura la transmisión de esta festividad, que se vive, hace y celebra desde niño, dentro de la identidad cultural noriega.

Esta implicación de la ciudadanía, independientemente de su edad o sexo garantiza la transmisión de la actividad que se produce mediante aprendizaje, por transmisión oral, y en ocasiones por imitación, como es el caso que acontece con las cruces infantiles, lo que se acrecienta con el entusiasmo por parte de la juventud de este municipio por la continuidad de esta fiesta.

Tras meses de trabajo, el primer sábado del mes de mayo, comienza el montaje de las cruces o “vestir” la cruz, jornada que da paso a la Noche de la Velá, momento clave de todo el ritual festivo, y que se prolonga toda la madrugada del sábado al domingo. Desde este momento se inician los recorridos y la espectacularidad y originalidad de los montajes atrae a numerosos visitantes, hecho que se ha ido incrementando en los últimos diez años, provenientes de toda la Comarca de los Pedroches, de la provincia de Córdoba y de Andalucía lo que ha propiciado que se ofrezcan nuevas actividades culturales complementarias, como teatro, conciertos de música folk, exposiciones fotográficas relativas a la cruz, o concursos de dibujo y pintura. La segunda fase, iniciada con la caída de la noche, y las vistas a las cruces, tiene su culmen final alrededor de las 5 de la madrugada del sábado al domingo, que es cuando el Jurado, formado por personas de reconocido prestigio de la comarca de Los Pedroches anuncia los Premios en la Casa de la Cultura. La Noche de la Velá, se ha convertido en la gran fiesta de Añora, su arraigo y evolución la ha convertido en la fiesta anual por excelencia del municipio, del Valle de los Pedroches y de la comarca.

La fiesta de la cruz de Añora ha evolucionado en los últimos años. Han ido desapareciendo algunos de los actos más simbólicos de la preparación del festejo como es la recogida de elementos del campo que sirvieron tradicionalmente para ornamentar la cruz y que, de forma simbólica, reflejaba el renacer de la naturaleza en la primavera, para ir sustituyéndolos por materiales procesados. Actualmente sólo se recolectan plantas aromáticas para bordear las instalaciones de la cruz, con los que se delimita el espacio que ocupan las cruces que con su colorido verde y aroma, proporcionan vistosidad y fragancia a toda la puesta en escena.

La preservación de esta actividad conlleva, asimismo, el mantenimiento de otras tradiciones de la cultura inmaterial noreña como son la gastronomía, la música, las danzas o las prácticas decorativas.

La celebración de la fiesta de la cruz, a nivel general pudo haberse iniciado mediante la transformación de una fiesta pagana, en la cual se practicaba un culto al árbol, como elemento simbólico de la Naturaleza, que se solía celebrar a la entrada de mayo. A partir de esta tradición las autoridades eclesiásticas, van propiciando la transformación de la fiesta pagana del culto al árbol en la del culto a la Santísima Cruz. Con ello, se pretendía hacer desaparecer todas las supersticiones y creencias paganas que giraban en torno a esta fiesta popular, sustituyendo un símbolo de la Naturaleza por otro de carácter sagrado y espiritual.

En cuanto a la celebración del Día de la Cruz en el pueblo de Añora no resulta fácil datar su origen, dado que no existen documentos que atestigüen el inicio de una fiesta tan enraizada en la localidad. Aún así, se sabe muy bien que el culto a la cruz estaba muy arraigado en toda la comarca de los Pedroches desde muy antiguo, como lo demuestra algún dato concreto referente a algunos pueblos de la zona. El origen de la veneración de la cruz en Añora debemos situarlo hacia el siglo XVI con la fundación de la Cofradía de la Vera Cruz en Córdoba y, poco a poco, se fue extendiendo por diversos pueblos de la provincia, llegando, probablemente, a la localidad de Añora a mediados del citado siglo.

La Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental recomienda para la salvaguarda, mantenimiento y custodia atender al conocimiento, recuperación, conservación, transmisión y revitalización de esta actividad, teniendo como base jurídica las medidas recogidas en la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial aprobada por UNESCO en 2003. Entendiendo por salvaguardia en su artículo 3 «las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión –básicamente a través de la enseñanza formal y no formal–y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos». Otro aspecto a proteger es la transmisión del “saber hacer” de generación en generación para que el capital humano de cada grupo asociativo se vaya renovando de manera que se garantice la pervivencia del ritual.

Cultura

‘El corazón de las golondrinas’, el nuevo libro de Alejandro López Andrada

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'El corazón de las golondrinas' es el nuevo poemario de Alejandro López Andrada

La editorial Berenice ha publicado un nuevo libro de Alejandro López Andrada, “El corazón de las golondrinas“. Se trata de un viaje a la infancia del autor, una evocación lírica y entrañable de los días en que el tiempo transcurría al ritmo de la naturaleza en Los Pedroches.

Con la maestría que le ha valido numerosos galardones literarios, el autor nos sumerge en un mundo ya casi olvidado, donde la vida en el campo latía con una autenticidad que hoy parece desvanecerse. A través de recuerdos imbuidos de ternura y asombro, López Andrada retrata la estrecha relación del ser humano con la tierra y los animales, especialmente con las aves, esas mensajeras del cielo que marcaban las estaciones y habitaban los sueños de la infancia. Su prosa, impregnada de nostalgia y belleza, no solo reconstruye un paisaje perdido, sino que nos invita a reflexionar sobre el contraste entre aquella existencia sencilla y el presente acelerado que en la actualidad vivimos.

“Es curioso observar cómo nos van conformando los colores, los olores y sonidos que ayer nos habitaron y dejaron una huella perenne en nuestro espíritu. Hay espacios que un día nos marcaron, como en mi caso el de aquel bello y pródigo reino de los pájaros que conocí cuando era muy pequeño y, por muchas razones, aún sigue irisando los viejos caminos que cruzan mi interior”, escribe Alejandro López Andrada en El corazón de las golondrinas, una mirada al niño que fue y al campo que habitó y donde aprendió la vida. En estas casi trescientas páginas, el autor regresa a sus recuerdos de crío, que comparte generosamente con el lector. Nos presenta así al abuelo Pepe, “un mago sin chistera”, siempre riendo en tiempos complicados para la felicidad, a la pareja de mastines Marquesa y Olivero. Describe al pastor Eleuterio Jarilla, de quien tanto aprendió, a sus hermanos, su padre, pescador de río, a su amigo Lolo y a Eulalio, que con el tiempo tuvo que emigrar, los viajes en coche, la caza de pájaros, que tan mal sabor de boca le dejó y tan culpable le hizo sentir a medida que fue creciendo. A las lavanderas que restregaban la ropa con el fondo musical de Juanito Valderrama o Antonio Molina.

Las tardes de verano, de calor tórrido, la colección de pájaros que se dejaban ver en El Lentiscar, desde abubillas a gorriones. Y las golondrinas, siempre, ocupando el podido de las aves por las que López Andrada sentía y siente un cariño especial, una conexión diferente. “Los mejores instantes de la niñez no mueren, lo mismo que los lugares singulares donde fuimos felices en esa época crucial de nuestra existencia. Nada se diluye en los cuévanos blancos de nuestro corazón…”, aunque, a veces, cuando volvemos a ellos ya no son como los recordamos.

“Lo que más me agradaba hacer en El Lentiscar era salir a buscar nidos con mi abuelo, pero también me encantaba recrearme —tras sentarme en un pico del corral— en observar un lagarto gigantesco que tenía su guarida, o su enigmático refugio, en un albañal pegado a los establos, que comunica ba al otro lado de la casa atravesando una onírica pared en la que anidaban muchísimos murciélagos y que yo bauticé como la Pared del Miedo”. A ese lagarto que dejó sin cola y le dio el disgusto de su infancia, menos mal que el abuelo estaba siempre cerca.

Este libro es el campo, los animales, los de cuatro patas y los de dos, la pléyade de aves que conocía casi una a una por su nombre, los juegos infantiles y la huella que ha ido dejando el cambio climático en las estaciones y en casi todo ser vivo; pero, sobre todo, El corazón de las golondrinas es una mirada hacia lo que el autor fue, niño primero, hacia cada uno de esos días que le hicieron ser lo que es hoy, un hombre con tierra en los zapatos al que no le gusta el bullicio de las grandes ciudades y sí el silencio de la vida detenida.

Alejandro López Andrada (Villanueva del Duque, 1957) comenzó a escribir muy joven y hasta la fecha ha publicado poemarios como “El Valle de los Tristes” (1985), “La tumba del arco iris” (1994), “Los pájaros del frío” (2000), “La tierra en sombra” (2008) y “Las voces derrotadas” (2011).

Ha recibido premios como el Nacional San Juan de la Cruz, Iberoamericano Rafael Alberti, José Hierro, el Andalucía de la Crítica, el Fray Luis de León y el Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina”, entre otros. Ha escrito asimismo poesía infantil (“La niña de los luceros”), una celebrada trilogía sobre la desaparición del mundo rural (“El viento derruido”, “Los años de la niebla” y “El óxido del cielo”) y doce novelas, una de las cuales, “El libro de las aguas”, fue adaptada al cine por Antonio Giménez-Rico.

Tras “El jardín vertical” y “Entre zarzas y asfalto”, obtuvo el Premio Jaén de Novela, uno de los más prestigiosos del país, gracias a “Los perros de la eternidad”. En “Los árboles que huyeron” (Berenice, 2019) abordó el primer tramo de sus memorias, y en “Un jilguero en el ático” (Berenice, 2023) evocó la historia de amor de un sacerdote. Hijo Predilecto de su localidad natal, en 2007 se dio su nombre a una plaza de la misma. En ella se encuentra la casa donde nació.

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Cultura

Licitado el proyecto de iluminación monumental del castillo de Belalcázar

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La Consejería de Cultura licita el proyecto de iluminación monumental del castillo de Belalcázar
Fuente: Junta de Andalucía

La Consejería de Cultura y Deporte ha sacado a licitación el proyecto de iluminación monumental del castillo de Belalcázar, por un importe de 400.583 euros, según ha informado el delegado territorial, Eduardo Lucena, quien ha recordado que el pasado mes de febrero la Comisión Provincial de Patrimonio de Córdoba informó favorablemente acerca de este proyecto, una intervención que posibilitará el acceso funcional nocturno al espacio, resaltará la existencia de un recinto amurallado perimetral y, sobre todo, potenciará la visión de todo el conjunto.

Los objetivos de esta actuación son la iluminación artística monumental exterior del castillo (de la torre del Homenaje, de los cuatro lienzos de la envolvente y de los lienzos exteriores del cuerpo del palacio). Igualmente, se contempla la iluminación funcional exterior de los caminos de acceso al recinto amurallado (camino de acceso sur Cañada de los Pinos, camino de acceso norte Antigua A-420, y pasarela y camino de acceso al centro de interpretación). Por último, se incluye la iluminación artística monumental exterior del recinto amurallado perimetral (iluminación de la muralla perimetral, de la torre albarrana 1 y de las torres corachas 2 y 3).

El proyecto propone descomponer el conjunto del castillo en sus elementos compositivos esenciales, jerarquizando su organización mediante la iluminación para una visión nocturna comprensiva, con la utilización de niveles de intensidad lumínica de distintos grados y un sistema combinado de iluminación por inundación a distancia e iluminación rasante desde ubicaciones cercanas.  “Se trata de recuperar y reforzar la presencia defensiva nocturna del conjunto amurallado del castillo de Belalcázar como centro y señal de referencia desde la lejanía”, ha explicado Lucena.

El delegado de Cultura se ha referido a que, “como la comarca de Los Pedroches está declarada reserva starlight, el proyecto ha tenido en cuenta este factor y contempla medidas para evitar la contaminación lumínica”.

La Junta de Andalucía tiene abierto el castillo de Belalcázar los fines de semana y festivos desde 2020 mediante visitas guiadas. El año pasado, con 5.530 visitantes, se alcanzó la cifra más alta.

Castillo de Belalcázar

El Castillo de Belalcázar es propiedad de la Junta de Andalucía desde 2008 y está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de monumento, desde marzo de 2009. Se trata del único monumento titularidad de la Junta en la provincia, el resto de los enclaves o conjuntos de titularidad autonómica están en la capital (Medina Azahara, Ategua, Sinagoga, Baños de San Pedro y Baños de la Pescadería).

El monumento ha sido objeto de numerosas intervenciones, entre las que destacan las obras de conservación y puesta en valor del recinto amurallado y el propio castillo, ejecutadas entre 2017 y 2019. Aquella actuación permitió una exhaustiva consolidación de los paramentos y la recuperación de su torre del homenaje. Posteriormente, también se ha mejorado la accesibilidad y se han realizado investigaciones arqueológicas.

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Cultura

La Semana Santa en Los Pedroches centra una nueva campaña del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino

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Semana Santa
Fuente: Mancomunidad de Los Pedroches

La Semana Santa en Los Pedroches es el motivo de una nueva campaña del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD), que está financiado por la Unión Europea-NextGeneration EU en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La devoción, la tradición, las singularidades de las cofradías y hermandades, la forma de entender la Semana de Pasión y todo aquello que se puede disfrutar en la comarca en estos días constituyen el eje argumental de una campaña que se desarrollará a través de las redes sociales y que incorpora un vídeo en el que se pueden encontrar los momentos más significativos de los próximos días.

La campaña también pretende destacar la declaración de interés turístico con la que cuentan la Semana Santa de Hinojosa del Duque y la de Pozoblanco. Es por ello que es buen momento de disfrutar del patrimonio cultural, histórico y artístico de la comarca, disfrutando de las procesiones, de representaciones como la Sentencia y el Pregón de Pozoblanco, las salidas procesionales de la Catedral de la Sierra de Hinojosa o los recorridos por el centro de municipios con una interesante patrimonio monumental como Dos Torres, Belalcázar, Pedroche o Villanueva de Córdoba. A ello hay que sumar la oferta gastronómica típica de estos días y los recorridos por una naturaleza plena de verdor y de belleza gracias al esplendoroso inicio de la primavera. 

Promoción e B-Travel de Barcelona.

Uno de los ejes del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino es la presencia en destacadas ferias de turismo. Tras la presencia de comarca en eventos como Fitur o Cinegética, la comarca se ha promocionado en la B-Travel de Barcelona, una de las citas de promoción turística más importantes de Europa. Precisamente, uno de los ejes de la promoción de la comarca fue la Semana Santa. Ante un grupo de representantes de agencias de viajes, turoperadores y público en general, se realizaron tres exposiciones y una degustación de jamón de bellota 100% ibérico y de queso curado y elaborado con cuajo vegetal según la receta tradicional de la comarca. Como novedad, se repartieron folletos informativos que incorporaban una loncha de jamón o una cuña de queso, centrando la atención de stand de Andalucía durante buena parte de la jornada.

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