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Los edificios y la vestimenta en Los Pedroches, según Alfredo Gil Muñiz, año 1925
¿Cómo eran las casas de Los Pedroches? ¿Cómo vestían en Los Pedroches? Mostramos cómo los describía Alfredo Gil Muñiz, en un trabajo de 1925 titulado “El Valle de los Pedroches”.
La vivienda
Por estar situada la comarca en la región del granito es muy abundante la piedra y las viviendas se construyen con piedra de cantería y ladrillo; la solidez es una de las características de estas casas, teniendo un tipo propio en todo el Valle.
Consiste la casa, en general, en tres cañones o galerías longitudinales, abovedadas, que se separan por tabiques de ladrillo; los cañones laterales se dividen generalmente en tres dependencias cada uno: cocina con chimenea, despensa (bodega) con escalera para subir a los doblados o cámaras, sala y tres dormitorios. El cañón central que semeja un túnel, se llama cuerpo de casa y generalmente tiene una vereda empedrada con piedras menuditas y a los lados baldosas del país.
La altura general de la casa desde el suelo a los canales del tejado es de unos seis metros.
Los doblados o cámaras se dividen en trojes, destinados a guardar durante el año frutos y semillas.
Estas casas tienen a veces un patio y a veces un huerto, en donde hacen el pozo y las cuadras, pajar, zahurdas y otras dependencias para el ganado.
El tejado de estas viviendas es por lo regular de tejas comunes.
La fachada tiene dos ventanas, por donde toman luz las dependencias de la planta baja, a derecha una y otra a la izquierda de la puerta y tres ventanas más en la cámara o doblado; al patio dan otras tantas ventanas, guardando la misma relación de simetría con la puerta.
Las portadas están formadas por cuatro piedras: dos laterales que llaman jambas donde descansa otra que hace de dintel y en la parte inferior la cuarta que cierra el cuadrilátero que llaman batior y hace de batiente de las puertas.
Las paredes de la fachada suelen ser de piedra con las juntas matadas con cemento o mezcla de cal y arena; en muchas casas las fachadas aparecen enjabelgadas.
El pavimento suele ser de losetas de piedras y en las casas humildes terrizo; en las ventanas se ven rejas de caprichosos y artísticos dibujos y de algún tiempo a esta parte se usan zócalos de azulejos en las habitaciones principales.
Los patios y los huertos se separan con pared de vallado.
Los materiales de construcción empleados aparte de la cal, arena y yeso son piedras de granito y berroqueña, ladrillo, pizarra, teja, cañizo, maderas de pino y álamo, adobes y tapiales.
El arrendamiento de las casas modestas de clase trabajadora o labriegos en los pueblos importantes suele ser de unas 15 pesetas mensuales y las de la gente acomodada 30 pesetas; en algunas villas por el escaso rendimiento de la propiedad urbana es difícil encontrar casas que se alquilen en Añora el arrendamiento por un año oscila entre 50 y 200 pesetas.
Principales edificios
En Pozoblanco son: la iglesia de Santa Catalina, las Casas Consistoriales y fábricas de tejidos.
Hinojosa del Duque tiene la parroquia de San Juan Bautista, (la catedral de la sierra la llaman muchos), que fué construida en los siglos XV y XVI; el techo mudéjar de la nave del centro es magnífico.
El Pilar es un hermoso monumento de estilo plateresco, que adorna las afueras de la villa, con abundante agua que brota por dos caños.
La iglesia de Dos Torres es de gran valor artístico, aunque no supera a la de Pedroche, que tiene fama en todo el Valle, destacándose desde lejos su esbelta torre.
Villanueva de Córdoba posee el mejor edificio escolar de toda la comarca, propiedad del Ayuntamiento, y Belalcázar guarda una reliquia del pasado, que conserva como vestigio de su antigüedad: el hermoso castillo, uno de los mejores de la provincia.
Casi todas las villas y ciudades de los Pedroches tienen los edificios destinados a Pósitos.
Muebles, y utensilios
Se usa mucho el arado romano y las parihuelas.
Como muebles típicos existen las arcas de madera, artesas, sillones de brazos y bancos con respaldo para adornar la cocina y de asiento para los bailes que se celebraban en medio de la calle, durante las bodas.
En la puerta de la habitación que está frente a la cocina hay un arco debajo se colocan el vasero con la loza y cristalería que no es de uso diaria y las cantareras para los cántaros de agua.
En todas las cocinas hay un mueble de madera, colgado de fuertes clavos que se llaman escarpia, con muchos ganchos de los que penden objetos de cocina.
Entre los utensilios son típicos: las lianas o cuernos grandes, vaciados donde los gañanes llevan su comida o los elementos para hacerla; el fuelle, soplillo de hierro, tenazas de llama, la badila, las calderas de cobre, las sartenes de mango largo, el torreznero o cacharro de lata con doble fondo donde echan el tocino después de frito para que la grasa pase al otro fondo y el salero de madera tallada.
Vestidos
Hace medio siglo la gente campesina usaba el traje típico del majo andalúz; amplias calzonas abrochadas a los lados con botones de metal; botas de pierna bordadas con flecos badana que caían sobre gruesos zapatones; chaqueta corta de paño burdo, chaleco rameado de seda con botones de metal, sombrero calañés de felpón, camisón blanco bordado y de cuello bajo. Tal era el traje de las grandes solemnidades, a más de capa parda con esclavina.
Aún se usan las polainas de paño y el sombrero de felpón entre la gente vieja, que no gusta .de la indumentaria moderna.
La mujer casada no sale a la calle sin pañuelo en la cabeza; es típico en la mujer pedrocheña el uso del refajo de algodón o bayeta. En Añora se ponen gran número de refajos en las solemnidades para ir más abultadas.
La mujer del Valle no usa corsé y sí justillo para ceñir el talle; antiguamente se usó el mantón de tres picos. Su adorno consistía en pendientes en forma de aros con un topacio y una cruz pendiente del cuello con un cordón de seda negro.
Han desaparecido las telas rayadas y a cuadros con colores chillones.
[Foto de cabecera: Castillo de Belalcázar]
También para leer: Los habitantes de Los Pedroches, según Alfredo Gil Muñiz, año 1925
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Sobre el pedrocheño Al-Bitruyi, un referente mundial en astronomía, por Francisco Sicilia Regalón
Francisco Sicilia Regalón, cronista oficial de Pedroche, ha publicado en PEDROCHEENLARED un artículo sobre el astrónomo Al-Bitruyi, donde, además, nos muestra la traducción de otro artículo: “The Notes on Al-Bitruji Attributed to Regiomontanus – Second Thoughts“, de Michael H. Shank (Universidad de Wisconsin-Madison), publicado en 1992. En él queda patente la importancia de la obra de Al-Bitruyi.
[Leer artículo haciendo clic aquí]
El astrónomo Abū Ishāq Nūr al-Dīn al-Bitrūyī (1185-1204 aprox.) nació en Bitraws, Pedroche, también es conocido como Al-Bitruji, Alpetragius o Alpetragio. Fue discípulo de Ibn Tufail y amigo de Averroes, gracias a sus estudios astronómicos han llegado a nuestros días parte de los conocimientos griegos sobre esta materia que quedan reflejados en su tratado astronómico “Kitāb al-Hayʾah” (El libro de la Astronomía Teórica) que critica la complicación del modelo planetario del astrónomo egipcio Ptolomeo con sus epiciclos y plantea un sistema más sencillo con esferas simples alrededor de la Tierra. Esta obra fue considerada una alternativa al Almagesto de Ptolomeo entre los siglos XIII y XVI.
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Sobre la tradicional ‘matanza’, por Francisco Carrillo Regalón
Francisco Carrillo Regalón, de Pedroche, ha colaborado en la página web PEDROCHEENLARED con un artículo sobre la tradicional matanza del cerdo y sobre cómo tiene lugar en su localidad.
“El día de la matanza comienza muy temprano. Cuando aún no se ven las primeras luces del alba, los parientes y amigos nos acompañan para ayudar en la matanza de dos o tres cerdos bien cebados. En el lugar, los diversos trabajos de la matanza se dividen para cada sexo: trabajos de las mujeres y de los hombres. Mientras las mujeres preparan el café, los dulces y los licores para el desayuno, los hombres están a cargo del sacrificio del cerdo. Los más jóvenes apresan el cerdo de la zahúrda y tras inmovilizarlo lo sacan fuera. [Continuar leyendo aquí]”
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El intento de robo al senador Andrés Peralvo Quirós (Pozoblanco, 1902), por Feliciano Casillas
El cronista de Belalcázar Feliciano Casillas nos presenta un nuevo artículo, “El intento de robo al senador Andrés Peralvo Quirós por un individuo de belalcázar (Pozoblanco, domingo 28 de septiembre de 1902)”.